EL UNIVERSIDAD VUELVE A SENTIRSE CAPAZ
El Universidad Laguna volvió a la senda del triunfo en un partido que tuvo en contra en la primera parte. El regreso de Jacob Lorenzo al equipo, y la fortaleza defensiva que siempre ha caracterizado al equipo universitario fueron factores claves en la recuperación del equipo, y por ende, de la victoria ante un buen Viveros Herol BM Nava.
UNIVERSIDAD LAGUNA 30 - 28 VIVEROS HEROL BM NAVA
Victoria balsámica la conseguida por el equipo universitario este sábado en el Pabellón Central de la ULL, ante un BM Nava que demostró ser una escuadra muy correosa, potente y competitiva.
Ejemplo de esto último, es el comienzo del partido, donde los hombres de Ignacio González pronto se hicieron con las riendas del partido, con un parcial de 1-3 en los primeros compases del choque. Los locales no acababan de encontrar su juego, aunque si bien es cierto, nunca permitieron grandes ventajas a su rival. El partido se movía por los derroteros previstos, donde el Laguna sólo debía tener paciencia y esperar la oportunidad para poder dar caza a su rival. Al descanso el marcador aún era favorable a los visitantes (14-16) pero la imagen y el juego de los de Manuel Galván invitaban al optimismo.
Y así ocurrió tras el descanso. De la mano de un inspirado Victor Oliva (10 tantos) y Carlos Hernández (9 tantos) en ataque, el Universidad poco a poco iba acortando distancias hasta que a falta de diez minutos se puso con ventaja de dos tantos (25-23). A partir de ahí supo controlar el ritmo de partido, controló mejor los nervios que su rival y se llevó una importante victoria de cara a la moral de un equipo que empezaba a dudar de su enorme potencial.
UNIVERSIDAD LAGUNA 30 - 28 VIVEROS HEROL BM NAVA
Victoria balsámica la conseguida por el equipo universitario este sábado en el Pabellón Central de la ULL, ante un BM Nava que demostró ser una escuadra muy correosa, potente y competitiva.
Ejemplo de esto último, es el comienzo del partido, donde los hombres de Ignacio González pronto se hicieron con las riendas del partido, con un parcial de 1-3 en los primeros compases del choque. Los locales no acababan de encontrar su juego, aunque si bien es cierto, nunca permitieron grandes ventajas a su rival. El partido se movía por los derroteros previstos, donde el Laguna sólo debía tener paciencia y esperar la oportunidad para poder dar caza a su rival. Al descanso el marcador aún era favorable a los visitantes (14-16) pero la imagen y el juego de los de Manuel Galván invitaban al optimismo.
Y así ocurrió tras el descanso. De la mano de un inspirado Victor Oliva (10 tantos) y Carlos Hernández (9 tantos) en ataque, el Universidad poco a poco iba acortando distancias hasta que a falta de diez minutos se puso con ventaja de dos tantos (25-23). A partir de ahí supo controlar el ritmo de partido, controló mejor los nervios que su rival y se llevó una importante victoria de cara a la moral de un equipo que empezaba a dudar de su enorme potencial.
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